viernes, 25 de mayo de 2007

Dionisio de Siracusa

En el año 430 adC nacía Dionisio, que pasaría a la historia como uno de los tiranos de Siracusa, una de las ciudades más influyentes de las que se encontraban dentro de la Magna Grecia e hizo que esta ciudad viviese su momento de máximo esplendor entre luchas contra los cartaginenses que no querían perder un pedazo de ese pastel que era Sicilia.

En el año 480 adC Gelón y Terón conseguían una gran victoria contra las tropas cartaginesas, comandadas por Amílcar (no Amílcar Barca, padre de Aníbal Barca), cerca de Hímera, esta victoria recluía a los púnicos al oeste de la isla, con su base en Motia.

Después de 70 años, en el 410 adC los cartaginenses, comandados por el nieto de Amílcar, Aníbal Magón, encuentran una excusa para volver a levantar las armas para conquistar Sicilia, esta es la ayuda a la ciudad de Segesta atacada por la vecina Selinunte, como respuesta a esto, los cartagineses destruyeron a Selinunte e Hímera, donde esté tomó cumplida venganza y mandó arrasar literalmente la ciudad de la cual no se dejó nada en pie, sus ciudadanos, que no contaban con una fuerza defensiva digna (tanto en sus murallas como en sus efectivos) se defendió a la desesperada; finalmente fue conquistada al asalto donde parte de sus ciudadanos fueron ejecutados y unos 3000 prisioneros pasados a cuchillo para el resarcimiento de Aníbal en memoria de su abuelo y la batalla perdida en esa ciudad hace 70 años.


Han pasado 4 años y las ciudades del oeste han caído bajo el ejército cartaginés, ahora es el turno de Agrigento, esta capituló a los ocho meses de asedio, muchos ciudadanos fueron ejecutados y los sobrevivientes emigraron a Gela, los cartagineses primero la ocuparon para pasar el invierno y al año siguiente la abandonaron, después de haberla destruido. A los mercenarios púnicos sólo les interesaba el botínque iban a recibir por conquistar una ciudad, no luchaban por unos ideales o por una nación.

Cada ciudad desde el oeste de Sicilia hacia el este fue arrasada por estas fuerzas de mercenarios, ante esta situación desesperada, aparece un joven con buenas dotes para orar el cual consigue llegar al poder como la última defensa de las tierras de Deméter (así era conocida Sicilia, por su abundancia en riquezas naturales) contra los cartagineses, este es Dionisio (405 adC). Consiguió firmar un tratado con los púnicos en el que reconocía las conquistas hechas hasta Sicilia central y asi frenar su avance.

De esta forma consigue tiempo para fortificar Siracusa; y hacer que todos sus ingenieros, arquitectos y científicos preparen armas de guerras formidables que todavía no se habían inventado como las catapultas o las ballestas mientras reune un ejército considerable.

Cuando su ejército y armas de guerra estaban listas (398 adC), emprendió la conquista de Sicilia. Ciudad por ciudad fue avanzando persiguiendo a las fuerzas cartaginesas hacia el oeste, hasta su base en Motia, según avanzaba el ejército siracusano los habitantes de las ciudades liberadas del poder púnico se unían a las filas de Dionisio formando un gran ejército. Ya en Motia la asedió (397 adC), el incoveniente era que esta estaba en una isla a un kilómetro de la costa, por lo que mandó construir una plataforma para poder mover a sus máquinas de guerra y así conquistar la plaza, esta técnica fué revisada años más tarde cuando Alejandro Magno trataba de conquistar la ciudad de Tiro en una posición parecida a la de Motia.

La defensa de la ciudad fué épica, una vez conseguidas las murallas y torres por el ejército siracusano, los habitantes defendieron la ciudad calle por calle e incluso casa por casa, en la defensa ya no había soldados, sino ciudadanos que defendían a sus familias y a sus posesiones. Una vez conquistada, Dionisio, como castigo, mandó ejecutar a los supervivientes. Léptines, el hermano de Dionisio y almirante de la flota siracusana convirtió la ciudad en la base de su flota. Con esto Dionisio había conseguido asegurar Sicilia y expulsar a las fuerzas cartaginesas.

Al año siguiente (396 adC) el general Himilcón desembarca en Panormo (la actual Palermo) y reconquista Motia, pero la abandona y crea otra ciudad cercana y con mejor situación que se llamará Lilibea y donde trasladará a los habitantes de Motia, esta será la plaza fuerte cartaginesa y su último reducto en la conquista romana de la isla.

Esta nueva entrada en la isla hizo que Dionisio tuviese que replegarse, hasta llegar al punto de defender Siracusa de las tropas de Himilcón, tras perder un batalla cerca de Panormo.

Los cartagineses hicieron un duro asedio contra Siracusa, en el cual se apoderaron del puerto y los suburbios y asolaron los alrededores de la ciudad. La suerte se puso del lado siracusano y los cartagineses se tuvieron que retirar de la ciudad por una peste, la cual Dionisio aprovechó para sacar al ejercito y provocar aún más bajas en el enemigo y en su flota, esto obligó a Himilcón a firmar un tratado secreto que le permitía escapar de la isla con total seguridad con la única condición de que debía abandonar a los mercenarios y aliados; al contrario Dionisio debía reconocer los territorios conquistados por los cartagineses hasta la Sicilia central (392 adC).

Fué un tirano muy rígido y odiado, protegido por sus mercenarios como guardia de corps en su fortaleza de la Ortigia, una isla fortificada junto a Siracusa, en la que construyó su residencia al lado de la acrópolis, en la Pentápila, controlaba la ciudad y ejercía con mano dura su mandato, pero en cambio Siracusa pasó su momento de máximo esplendor (385 adC) durante estos años de tiranía.

En esos años Dionisio extendió su poder al sur de Italia y al cabo de unos años tenía dominada casi toda la zona, estableció colonias y puertos comerciales hasta muy al norte del mar Adriático hasta casi Venecia, y llegó a cruzar el mar donde dominó al reino de Épiro. Todo este poder le ayudó a apoyar a su aliada Esparta en las guerras que esta mantenía contra Atenas en el Peloponeso. Reclutó una gran flota y pactó con muchos aliados, Siracusa era odiada y temida.

El filósofo Platón, visitó la isla invitado por el cuñado de Dionisio, Dión, muy admirado por este último. Se dice que Platón quiso influenciar a Dionisio en su forma de gobierno o simplemente no se dejó tratar por este como con otros personajes de su corte, lo que le llevó a prisión y a ser vendido como esclavo. Más tarde Platón sería comprado por Anníceris de Cirene e inmediatamente puesto en libertad. Con el dinero de su libertad, que el cirenaico no quiso aceptar, compró los terrenos para fundar su Academia en Atenas.

Pero Dionisio vivía con la esperanza de expulsar por siempre a los cartagineses de Sicilia, asi que intentó conquistar Segesta volviéndose a declarar una guerra entre las dos facciones (383 adC), tras sufrir una importante derrota cerca de Panormo (379 adC) y después de una breve tregua, otra decisiva derrota naval en el asedio de Lilibea termina con la guerra.

Al poco de esto Dionisio, al que le gustaba mucho la poesía, aunque no era tan bueno escribiendo como gobernando ganó su primer concurso lírico con el poema "El rescate de Héctor". Tal fue su emoción que organizó un banquete en el cual, murió por los excesos, o tal vez envenenado.

A su muerte, su hijo Dionisio el joven, tomó su puesto, pero su capacidad como gobernante no fué como la que tuvo su padre y pronto vió como la influencia de Siracusa cesó en la Magna Grecia y finalmente tras 10 años de mandato tuvo que "ceder" el trono a su tio Dión, pero eso es otra historia.

Como dato curioso a la muerte de Dionisio, Filipo II de Macedonia, tercer hijo de Amintas III y más conocido como el padre de Alejandro Magno, era llevado como rehén a Tebas (la griega) para que esta ciudad no fuese amenazada por Macedonia.

Valerio Massimo Manfredi, se basó en la vida de Dionisio para escribir "El Tirano".

No hay comentarios: